¿A qué huele? La casa está ventilada, no hay nada caducado en el frigorífico, no tenemos mascota… Ese extraño y persistente olor a humedad viene de… ¡la lavadora!
Efectivamente, cuando menos te lo esperas, la lavadora puede sorprenderte con un problema como éste, y lo peor es que ese olor puede trasladarse también a la ropa. Por eso vamos a darte unas recomendaciones muy sencillas pero eficaces, para que tú lavadora huela como debe oler: a limpio.
Causas del mal olor
En el interior de la lavadora ocurren cosas que a veces se nos escapan, pero que pueden ser la clave de nuestro problema. Investiguemos las posibles causas:
¿Hay suciedad en la goma de la puerta? Como limpiar la lavadora por dentro no suele estar entre nuestras prioridades, muchas veces la suciedad va acumulándose en la goma de la puerta y, si no la eliminamos, con el tiempo acabará oliendo mal.
¿Lavas siempre con agua fría? Esto puede ser bueno para las prendas delicadas, pero no tanto para la lavadora. Un ciclo de agua a 40º o más ayuda a eliminar las bacterias acumuladas en el interior.
¿Se te va la mano con el detergente? A lo mejor, queriendo ser requetelimpio estás consiguiendo el efecto inverso. El jabón que sobra se va depositando en la cuba, descomponiéndose y provocando problemas. Tampoco es bueno para la ropa, puesto que el centrifugado no puede extraer el detergente sobrante; ten en cuenta que las lavadoras inteligentes controlan el caudal de agua, empleando solo la cantidad necesaria para cada colada; por lo cual, un exceso de detergente puede traducirse en olores desagradables y residuos en la ropa.
¿Cierras la lavadora después de cada lavado? Esta costumbre puede causar un persistente olor a humedad. Piensa que tu lavadora trabaja mucho y también necesita respirar.
¿Está tu lavadora en perfecto estado? Si hay algún problema técnico (centrifugado, desagüe, etc.) necesitarás ayuda profesional.
Buenos hábitos contra los malos olores
Nos gusta dedicar una parte de nuestros consejos a la prevención, porque anticipando y evitando problemas, alargarás la vida de tu lavadora. A continuación recopilamos una serie de buenas costumbres que te ayudarán a mantener a raya los malos olores:
Si almacenas la ropa sucia dentro del tambor, este puede acabar oliendo mal. Guárdala en un cesto hasta el momento de lavarla.
Utiliza bolsas de malla para lavar las prendas pequeñas, así evitarás que puedan quedarse por descuido en la goma de la puerta.
Como decíamos en el apartado anterior, tu lavadora necesita respirar, ventilarse, abrirse al mundo de vez en cuando para no acumular humedad en su interior, y evitar que proliferen los mohos. Lo ideal es que, después de cada lavado, dejes la puerta abierta o entornada un par de horas.
Saca la ropa de la lavadora tan pronto como haya finalizado el programa. Como no es habitual pasar las horas muertas en casa esperando que termine el ciclo, cada vez hay más lavadoras que permiten controlar los tiempos; así la colada estará lista para salir solo cuando tú estés lista para sacarla, para evitar que la ropa espere dentro del tambor mientras recoges a los niños, terminas el informe o pides la última ronda…
Pasa una bayeta absorbente por la goma de la puerta cuando hayas sacado toda la ropa. Así eliminas el exceso de agua que puede causar mal olor y, de paso, evitas que se produzcan grietas en la goma.
Lava el cajetín del detergente al menos una vez al mes, para eliminar los restos de producto.
Periódicamente es aconsejable que realices una limpieza profunda de tu lavadora con productos específicos. Este limpiador en polvo ayuda a eliminar residuos orgánicos, como restos de detergente, impidiendo la formación de olores desagradables; y también sirve para el lavavajillas. En zonas con agua dura conviene utilizar regularmente un producto descalcificador, para eliminar depósitos de cal y prolongar la vida del electrodoméstico. En la tienda online de Balay puedes encontrarlo en polvo o en pastillas y, como siempre, con todas las garantías.
De vez en cuando, realiza un lavado a 90ºC (aprovecha para lavar tu ropa blanca). Con esta temperatura, el tambor se limpia en profundidad.
El filtro existe. Y necesita que lo limpien para liberarlo de pelusas, trozos de papel, y todo aquello que se nos olvida en los bolsillos de la ropa y que acaba tan desmenuzado como reluciente. Suele ser una operación muy sencilla que apenas te llevará unos minutos.
Como última medida de prevención, cuando no vayas a usar la lavadora durante un tiempo (por ejemplo, en vacaciones), cierra la llave de paso para evitar filtraciones.
Acaba con él, limpiamente
Prevenir es fundamental para evitar que el mal olor aparezca. Pero ¿qué hacemos para eliminarlo ahora que ya está aquí?
Recomendamos hacer un ciclo de lavado con el tambor vacío, sin detergente y con agua a 90º. El agua caliente elimina las bacterias de la lavadora y, por consiguiente, el mal olor que estas producen.
Aplicando algunos consejos básicos de funcionamiento y uso, la lavadora es una de las grandes aliadas de cualquier familia. Manteniéndola fresca y limpia te ayudará todavía más: ahorrarás agua, detergente, suavizante, tiempo y esfuerzo. Y olerá siempre de maravilla.
Fuente:
http://porunmundomascomodo.balay.es/como-quitar-el-mal-olor-a-la-lavadora/